viernes, 10 de julio de 2015

SINFONÍA DE NOVIEMBRE

SINFONÍA DE NOVIEMBRE


Será enteramente como en esta vida.
La misma habitación. —Sí, niña mia, la misma—.
Al amanecer, el pájaro de los tiempos en la enramada
Pálida como una muerta.
Entonces las sirvientas se levantan Y se oye el ruido helado y
hueco de los cubos
En la fuente. ¡Oh, terrible, terrible juventud!
¡Corazón vacio!
Será enteramente como en esta vida.
Habrá
Las voces pobres, las voces de invierno en los viejos
arrabales,
El vidriero con su canción alterna.
La vieja pescadera encorvada, que bajo la toca sucia 10
Vocea los nombres de los pescados,
el hombre del mandil azid
Qué escupe en su mano gastada por las varas de las parihuelas
Y aulla no se sabe qué, como el Ángel del juicio.
Será enteramamente como en esta vida.
La misma mesa.
La Biblia, Goethe, la tinta y su olor de tiempo,
El papel, mujer blanca que lee en el pensamiento.
La pluma, el retrato. ¡Niña mia, niña mía!
¡Será enteramente como en esta vida!
El mismo jardín,
Profundo, profundo, enmarañado, oscuro.
Y hacia el mediodía.
Las gentes se alegrarán de estar reunidas allí,
Gentes que no se han conocido nunca y que no saben
Las unas de las otras más que esto: que será preciso vestirse
Como para una fiesta e ir en la noche de los desaparecidos,
completamente solo, sin amor y sin lámpara.
Será enteramente como en esta vida.
La misma alameda
Y en el mediodía de otoño, a la vuelta de la alameda.
Allí donde el hermoso camino desciende temerosamente,
como la mujer
Que va a recoger las flores de la convalecencia—escucha,
niña mía—
Nos encontramos, como antaño, aquí;
Y has olvidado, tú, el color de entonces de tu vestido;
Pero yo, yo no he conocido más que pocos instantes felices.
Estarás vestida de violeta pálido, ¡hermoso pesar!
Y las flores de tu sombrero serán tristes y pequeñas .
Y no sabré su nombre; porque no conocí en la vida
Más que el nombre de una única flor pequeña y triste, el nome-olvides,
Viejo habitador soñoliento de los barrancos del país del
escondite, flor Huérfana.
¡Sí, sí, corazón profundo, como en esta vida!
Y el sendero obscuro estará allí, enteramente húmedo con
un eco de cascadas.
Y te hablaré De la ciudad sobre el agua y del Rabí de
Bacharach
Y de las noches de Florencia.
Habrá también
El muro ruinoso y bajo donde dormitaba el olor De las
viejas, viejas lluvias y una hierba leprosa.
Fría y jugosa/grasienta, sacudirá allí sus flores huecas

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