Cuando ella llegue, habrá
gris o verde en sus ojos,
verde o gris en el río?
La hora será nueva en este
porvenir tan viejo,
nueva pero tan poco
novedosa...
¡Antiguas horas en las que
se ha dicho todo, visto
todo, soñado todo:
no os imagináis como os
compadezco...!
Habrá entonces otro hoy y
ruidos de ciudad
tal como los de hoy y siempre
- ¡duras experiencias! -,
y olores - según la
estación - de septiembre o de abril.
Y un falso cielo, y nubes
sobre el río.
Y palabras - según la
ocasión- alegres o sollozantes
bajo cielos que se
regocijan o que llueven,
porque nosotros habremos
vivido y simulado
- ¡ay! - ¡tanto y tanto
cuando ella llegue con sus
ojos de lluvia sobre el río!
Y habrá también (voz del
hastío, risa de la impotencia)
el viejo, el estéril, el
seco momento presente,
pulsación de una eternidad
hermana del silencio;
el momento presente, tal
como este momento.
Ayer, hace diez años, hoy,
dentro de un mes,
horribles expresiones,
pensamientos muertos, pero,
¡que importa!
Bebe, duerme, muere, es
preciso librarse de sí mismo
de una u otra manera ...
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